Tal
y como se aprecia en los tres planos de localización, la
ubicación de la vivienda es única y el lugar, singularmente
privilegiado. Puede afirmarse con rotundidad, que ningún otro edificio
cuenta con vistas remotamente similares o tan completas. Vistas en las
que confluyen la linealidad del Paseo de Colón (con
su Torre del Oro, Puente de Isabel II, Teatro de la Maestranza y Plaza
de Toros) y la calle Adriano (a dos pasos del
Ayuntamiento, Catedral y Giralda), frente al
mismísimo Guadalquivir, Triana y calle Betis. Todo ello, en
pleno centro histórico. Preciosas vistas, en definitiva,
de toda Sevilla, sus barrios más emblemáticos y del Aljarafe entero. Sin
nada por delante. Ni posibilidad de que lo haya. Deleitándose
en el mirador, con una puesta de sol. Disfrutando de la Semana Santa
sevillana. O dejándose caer, una tarde de primavera, en la más
emblemáticas de las Plazas de Toros: la Real Maestranza. De frente:
sólo con salir de la vivienda. Un auténtico privilegio. |