D. JOSÉ ESPIAU Y MUÑOZ (1879-1938)

El edificio fue diseñado y proyectado por el genial arquitecto y maestro, D. José Espiau y Muñoz, principal exponente de la arquitectura tradicionalista y regionalista sevillana de principios de siglo pasado. Entre sus obras más conocidas, se encuentra el Hotel Alfonso XIII, construido por encargo del Rey, con motivo de la Exposición Iberoamericana (Ver).  Pero la construcción de uno de los hoteles más bellos de mundo sólo fué una de sus muchísimas aportaciones.

Sevillano de nacimiento, cursó la carrera de arquitectura (entre 1902 y 1907) en la Escuela de Arquitectura de Madrid , con un Plan de Estudios (el de 1896) de 25 asignaturas, de las que 9 eran gráficas.

 En su formación influyó notablemente su padre, José Espiau de la Coba, uno de los últimos maestros de obras de Sevilla, de quien heredaría su interés por el dibujo y una extraordinaria racionalidad constructiva, demostrada en la mayor parte de sus obras. 

D.José Espiau y Muñoz, junto con Aníbal González y Juan Talavera son los principales arquitectos de la Sevilla de su época. Sin embargo, fue con mucho, el más activo y prolífico de los tres

Mientras Aníbal González (director de la Exposición del 29 y autor de obras grandiosas, como la Plaza de España) se dedicaba a construir los ideales de la llamada Sevilla regionalista, Espiau construyó la ciudad real.

Muchos edificios, en esos años, dieron una nueva imagen a la ciudad, gracias al legado de Espiau. Entre sus obras más sobresalientes está la monumental casa que nos ocupa. Sería muy extensa su enumeración exhaustiva. La recopilación completa de sus obras, por otro lado, está aún inconclusa. Podemos, no obstante, a citar algunas sobradamente conocidas y admiradas, acompañando fotos de las mismas, así como algunos de los maravillosos bocetos de este genio de la arquitectura. 

Edificios y monumentos como el de la Adriática, Edificio Todogoma, Monumento a la Inmaculada, Sede Catalana, Casa Lissen, Fábrica Algodonera, Edificio Pedro Roldán, Casa Calvi, Caja Granada, Singer, Corral de Alfarería, Gran Hotel en la Plaza del Sacrificio y otros en la Avenida de la Constitución, Plaza de San Francisco o Alfarería, modificaron en esa época floreciente, la fisonomía de Sevilla, gracias a Espiau. Hablaremos sólo de algunos de ellos:

1.       Proyecto y ejecución del monumento a la Purísima Inmaculada Concepción: Las esculturas de la Virgen y personajes reseñados son obra de Lorenzo Coullaut Valera y el proyecto de D.José Espiau y Muñoz. A instancia del cardenal Marcelo Spínola, se inaugura el 8 de Diciembre de 1918. Esta magnífica obra consta de dos partes: a) la superior representa a la Virgen, inspirada en la que Murillo pintara para el Hospital de los Venerables (hasta 1940 en el Louvre y finalmente, en el Museo del Prado) y b)  la inferior, con cuatro destacados personajes concepcionistas del siglo XVII: a) la Teología, representada por  el jesuita sevillano Juan de Pineda; b) la Escultura, representada por Martínez Montañés (con su obra de la Inmaculada conocida por La Cieguecita, que se admira en la Catedral); c) la Poesía, representada por Miguel Cid y d) la Pintura, representada por Bartolomé Esteban Murillo. En la noche del 8 de diciembre, se reúnen alrededor del monumento todas las tunas de la ciudad, para rondar a la Inmaculada, bajo la tradición mariana y concepcionista de Sevilla, de la que viene el famoso refrán de "ser mas papistas que el Papa". (Pinchar, para ver detalles)

2.       Edificio La Adriática: remate de la avenida, en esquina con la calle Fernández y González... Y recuerdo de tantos sevillanos, a Semana Santa. Felizmente, ha recuperado su cúpula  decorada con azulejos, demolida en los años setenta. En 1912, con motivo  de la apertura y ensanche de la Avenida y de la Exposición Iberoamericana (prevista para 1914 y retrasada por la Dictadura de Primo de Rivera y la I Guerra Mundial, hasta 1929), el Ayuntamiento convocó un concurso  de "Fachadas de Casas de Estilo Sevillano". Como resultado de estos proyectos, D.José Espiau y Muñoz realizó este edificio, de marcado estilo neomudéjar, entre 1914 y 1922. Es un auténtico viaje en el tiempo. (Pinchar para ver)

3.       Gran Hotel Garaje: construido para la Exposición Iberoamericana de 1929 y que más tarde fue reutilizado como cuartel de la Guardia Civil. En el nº 3 de la Plaza de Sacrificio. (Pinchar para ver)

4.       Hotel Alfonso XIII: Obra maestra de Espiau y uno de los mejores hoteles del mundo. Situado entre la histórica Fábrica de Tabaco – hoy Universidad – y el barroco Palacio de San Telmo.  (Pinchar para ver)

5.       Edificio Todogoma: Obra maestra y singularísima entre las que realizó Espiau y una de las más completas, desde el punto de vista residencial. En este maravilloso palacete de principios de siglo pasado, se encuentra ubicada la vivienda. Frente al rio, en el número 34 de la calle Adriano, esquina con el Paseo de Colón y lindante en su parte trasera con Genil. En el barrio del Arenal, frente al maestrante Mercado de Entradores. La vivienda objeto del presente alquiler es la número 4 de dicho edificio.(Pinchar para ver)

6.      Edificio en Av. Constitución 4: construido entre 1912 y 1913. (Pinchar para ver)

7.      Casa de la Av. de la Constitución, en los números 24-26: Diseñada y construida por Espiau entre 1925 y 1927. (Pinchar para ver)

8.      Casa Lissen: en la Plaza de San Andrés. Se construyó entre 1918 y 1919. Obra maestra de Espiau. (Pinchar para ver)

9.      Antigua sede de La Catalana: en la calle Sierpes, nº 20-22 y construida desde el año 1912 hasta 1913. (Pinchar para ver)

10.   Edificio Pedro Roldán en la Plaza del Pan: maravilloso edificio construido entre 1926 y 1927. (Pinchar para ver)

11.   Edificio Caja Granada: se encuentra en la monumental Plaza de San Francisco  y fué construido en 1911. (Pinchar para ver)

12.   Edificio en calle Orfila 11: construido entre 1907 y 1911. (Pinchar para ver)

13.   Viviendas del Monte de Piedad: en la Plaza de Capuchinos, número 7. Construidas entre 1927-1928.  (Pinchar para ver)

14.   Corral de Alfarería: en los números 8-10. Se construyó entre 1913 y 1914. (Pinchar para ver)

15.   Casa Calvi en Av. de la Constitución: Se encuentra situada en los números 11-13  y se construyó en 1910. (Pinchar para ver)

16.   Fábrica de sombreros "Fernández y Roche": situada en Calle Heliotropo, en los números 3 y 4. Fué construida entra 1916-1917. (Pinchar para ver)

17.  Fábrica de aceite de Serrilla. (Pinchar para ver)

18.  Urbanización de terrenos del Cortijo de Tablada: en la Avenida de Reina Victoria (actual Paseo de la Palmera). (Pinchar para ver)

19.  Almacén Singer: se encuentra situado en el número 25 de la calle Lumbreras y fue construido entre 1912-1913. 

20.   Proyecto y reforma del Castillo de la Monclova: Realizado en 1922. (Pinchar para ver)

21.  Casas para inválidos, empleados y obreros de la Barriada del Tiro de Línea: se realizó la obra entre 1936 y 1938. (Pinchar para ver)

22.  Fábrica "Comisaría Algodonera del Estado": construida entre 1925 y 1926, en la Calle Genaro Parladé, esquina con Antonio Maur. Incorporamos igualmente algunos de los bocetos que hizo Espiau para esta obra. (Pinchar para ver)

No se entiende cómo en tan escaso tiempo, pudo realizar tal cantidad de obras. Y sólo son algunas de las muchísimas que nos dejó. Intencionadamente, hemos querido acotar el periodo de tiempo para resaltar este aspecto. Su capacidad de trabajo (al margen de su genialidad) fué realmente espectacular.

Edificios que cambiaron Sevilla, gracias a Espiau, en las primeras décadas del pasado siglo, aportando mayor valor arquitectónico y artístico a su más que monumental centro histórico y a otras zonas en desarrollo de la ciudad. La aportación de Espiau fué única. Dejó un inmenso legado de inmuebles y obras monumentales, que contribuyeron notablemente a forjar una Sevilla romántica y costumbrista, única e irrepetible, al tiempo que forjaba su maravillosa escuela regionalista.

Algunas obras, fueron, no obstante, de gran modestia y escasez de medios, a pesar de lo cual, el resultado fué sublime. Otras, están por desgracia perdidas o transformadas de forma casi irrecuperable, en esos años en los que todo estaba permitido. O esperando una rehabilitación (como la llevada a cabo en el Edificio Todogoma), antes de que se pierdan para siempre... Otras, por último, están aún inéditas o pendientes de futuras investigaciones y catalogaciones.

Demostró una fabulosa capacidad y solvencia para adaptarse a circunstancias muy variadas , diseñando sus cuidadosos detalles (a escalas 1:1, 1:5...), novedosas soluciones residenciales (derivadas de procesos especulativos del suelo), singulares arquitecturas industriales y nuevos trazados urbanos. 

El aprendizaje gráfico de Espiau, a través de la copia de modelos, le sirvió para algo mucho más interesante que la simple "elección de estilos". Su dominio del dibujo le permitió responder, con flexibilidad, a las más diversas exigencias profesionales, mediante ágiles borradores usados para la construcción de cada idea arquitectónica. Todo ello, entre vistosos dibujos, según el "gusto" de la época

Su profesionalidad y oficio gráfico resultaron admirables. Fué un excelente artesano del dibujo y de la arquitectura a pie de obra, capaz de combinar teoría y práctica... arte e industria. 

Juega Espiau de forma soberbia, con materiales como el ladrillo, azulejos, maderas, cerámicas y forjas. Combinando materiales comunes en un todo armonioso, como sólo él supo hacerlo.Lo más impresionante, es que tal riqueza y grandiosidad pudiera obtenerse con materiales considerados tradicionalmente como pobres.

En una época en la que los arquitectos centraban su atención en elementos ornamentales y estructurales, Espiau se ocupó también de múltiples innovaciones técnicas (como conducciones de agua o instalaciones eléctricas), controlando con rigor (a veces, de forma obsesiva) todos los pormenores. El dibujo fué la herramienta que utilizó para conjugar sus amplios conocimientos técnicos, con naturalidad y sencillez. 

Aunque contó con tres excelentes delineantes (M.Domínguez, M.Ramos y R.Serrano), no cabe duda de que personalmente ultimaba los proyectos y todos y cada uno de los detalles de sus maginíficas obras, repasando unos planos y dibujos, marcados por una inconfundible estética personal. Pura poesía arquitectónica.

Sus monumentales obras perfilaron un nuevo concepto de arquitectura, reforzando una nueva Sevilla, que en los años de la Exposición, ya era internacionalmente considerada (al margen de sus centenarias piedras) como una de las ciudades más bellas del mundo. 

En esa época, la expansión afectó, principalmente, al centro y a los aledaños de la Exposición del 29. La Exposición Iberoamericana, por algunos considerada un fracaso económico (en buena medida por la Gran Depresión), fue un éxito sin precedentes, desde el punto de vista artístico y de desarrollo de la ciudad. Y en mayor medida, de promoción a nivel internacional. El patrimonio que nos dejó la Exposición aún pervive, ochenta años despues. Desde el punto de vista local, una explosión de edificios surgieron de la nada en el centro de la ciudad. La mayoría de sus pabellones aún se conservan. A la Exposición se debe el mayor y mejor hotel de Sevilla, obras maravillosas (como la Paza de España o el Pabellón Mudejar) y el trazado de muchas de sus avenidas más importantes. Y todo ello, en un momento crucial para el posterior desarrollo de la ciudad. Recuperando (por primera vez en mucho tiempo) la ilusión del antiguo esplendor perdido, con la finalización del monopolio del tabaco, del comercio con las Indias y la pérdida, años atrás, de buena parte de las colonias.

La vivienda se encuentra en uno de los edificios más bellos y residenciales que construyo Espiau. Y en un lugar, además, privilegiado. Un palacete de principios del siglo pasado, cuya restauración se ha llevado a cabo, recuperando su bellísima fachada, sus originales miradores y respetando los materiales y ornamentos primigenios, que estaban a punto de perderse para siempre. Manteniendo tejas, ladrillos, cerámicas, maderas o forjas. Todos sus exquisitos detalles. Recuperando un edificio de gran valor histórico artístico, para la ciudad de Sevilla y para todos los sevillanos. Como si se acabara de construir... Como si no hubiéramos cambiado de siglo y aún estuviéramos en aquellos años formidables. 

Su tipismo puramente costumbrista, sus detalles ornamentales, la proliferación de  bellísimas particularidades en una fachada señorial, con plantas singulares (cada una de ellas con diferentes tipos de balcones y ventanas, adornados al más puro estilo sevillano), hacen de este pequeño palacete, un edificio único, singular y bellísimo en pleno centro histórico de la ciudad. Sus dos torreones, los impresionantes artesonados de madera bajo los balcones, combinados con bellísimos detalles de la más pura cerámica sevillana de principios de siglo, totalmente recuperada, embellecen aún más esta auténtica joya arquitectónica. Todo ello, dotando además sus interiores, con calidades de gran lujo. La rehabilitación se ha llevado a cabo, en torno a su escalera central. Conservando sus bellísimos azulejos del siglo pasado, objeto de una restauración exhaustiva y desde cuyo ascensor, se puede observar sus maravillosos detalles. El enclave y las vistas son únicos en toda la ciudad. Como el edificio y quién lo construyó.

A lo largo de la vida profesional del Arquitecto y desde su docencia, se generaron gran cantidad de documentos gráficos de todo tipo (planos, dibujos y fotos en blanco y negro) que se acumulan en estudios de arquitectura, Escuelas, Colegios Profesionales y Administraciones Públicas. Su archivo y catalogación, de no haber actuado a tiempo, podría haber corrido suertes muy diversas con el paso del tiempo. 

En esta ocasión, buena parte de ese archivo ha sido salvado. El Colegio de Arquitectos de Sevilla posee un inmenso y valioso Archivo Histórico, con material gráfico indispensable para investigar la arquitectura sevillana del siglo XX, en general. Y la extensa obra de Espiau, en particular. Dicho Archivo se gestiona desde la Fundación para la Investigación y Desarrollo de la Arquitectura de Sevilla (FIDAS), dependiente del propio Colegio y situada en el antiguo Pabellón de Finlandia de la Expo-92, en la Isla de la Cartuja. 

Allí se encuentra documentación acumulada desde 1931, año en que se fundó el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía, Marruecos y Canarias. Al Archivo Histórico de la Fundación FIDAS, se han incorporado Archivos Privados de arquitectos sevillanos de la primera mitad del siglo XX (con memorias, bocetos, borradores, planos de trabajo...), como los José Espiau, Aníbal González y otros grandes maestros. 

El Archivo Privado del arquitecto José Espiau y Muñoz, gracias a sus familiares y herederos, se encuentra hoy en FIDAS, desde donde se emprendió una interesante iniciativa, en la primavera de 2000: la convocatoria de una beca para su ordenación y catalogación, que fué adjudicada a D. Antonio Gámiz Gordo. 

Otro catálogo anterior sobre Espiau, se publicó en 1983 por el propio Colegio de Arquitectos de Sevilla y fué ampliado, en 1986, por Alberto Villar, hasta llegar a un total de 377 expedientes.  

A través de los planos y dibujos del Archivo Privado de la familia, pueden redescubrirse y valorarse todos los riquísimos matices de una arquitectura, que en la segunda mitad del siglo XX serían muy poco apreciada. Incluso desprestigiada, con escasísimo rigor, por sesgadas ideas de modernidad que llevarían a la desaparición de piezas de enorme calidad, sustituidas por otras mucho más vulgares. Del Archivo Privado de la familia del arquitecto se desprende la más completa visión del autor. Aun siendo, como era, máximo exponente de la arquitectura regionalista, con indebida frecuencia sólo se resaltan los rasgos "regionalistas y costumbristas" de su obra. Sin embargo, su aportación arquitectónica fue mucho más diversa y extensa. 

Las actuales tecnologías informáticas han revolucionado las posibilidades para la mejor conservación y difusión de los archivos gráficos, desde diversos ámbitos (Instituciones Públicas, privadas y Universisidades).  Próximamente, se escanearán buena parte de sus documentos gráficos, para evitar el deterioro y facilitar su consulta, de manera que, además de su publicación, serán posibles consultas por Internet, incorporando datos parcelarios, fotos, planos actualizados e incluso trabajos de estudiantes de la E.T.S.A de Sevilla (como los realizados, bajo la dirección de los profesores Ricardo Sierra y Antonio Gámiz, sobre las poco conocidas viviendas colectivas de Espiau).

(Pinchar para ver más información del arquitecto Espiau)